Carina había heredado
una propiedad, era una casa vieja y llena de antigüedades donde vivía su tía
toda su vida, jamás se había casado y todos sus familiares habían muerto.
Carina era la única que quedaba. Siempre
pensado que su tía era muy rara, muy fría y sin sentimientos; había vivido sola
nunca le había hecho falta nada, pero su vida era vacía así que la muerte de su
tía no le había afectado mucho.
Carina pasaba por una situación difícil y la herencia le venía
bien, y decidió mudarse para vivir ahí. La casa era grande y tenía varios
cuartos, al instante empezó a sentirse sola en aquella enorme casa. Esa noche
estaba cansada y se recostó en su cama y mientras dormía sentía que alguien le
ahorcaba, despertó y se dio cuenta que hacia mas frió de lo normal.
En cuanto pudo se volvió a dormir y tuvo un extraño sueño,
era su tía que le señalaba una puerta, ella no pudo comprender lo que decía su
tía, pronto quiso despertar y no podía; reunió todas sus fuerzas y logró
despertar con todo el cuerpo cansado por la lucha.
Bueno a la mañana siguiente terminó de arreglar sus cosas y
dirigió al cuarto de aquel sueño, y ahí encontró cajas viejas, pensaba que solo
era un sueño esa noche trató de calmarse y se fue a dormir. Cuando de pronto
vio a un hombre y que la tomó de los cabellos y la arrastraba por el pasillo
hacia el cuarto; ella luchaba pero no podía contra eso, la amarró con la cadena
a una estaca que había en su cuarto. De pronto la oscuridad salió y su tía
apareció, le dijo:
─ Necesito un cuerpo para regresar a la vida, te arrancare
toda la piel para que pueda regresar a mi casa, jamás te irás porque yo
tendré tu alma y así podré volver a ser
joven.
Cuando terminó de escuchar, Carina no podía dejar de temblar,
al sentir la navaja en su cara, despertó y corrió a ver el cuarto y ahí no
había nada, esa noche no volvió a dormir, y quedó despierto y al día siguiente
decidió irse de la casa.
En cuanto el sol salió Carina decidió buscar otro lugar a
donde ir, pero su amiga no vendría hasta el otro día, así que tenía que pasar
una noche más. Creyó que si no dormía, no le pasaría nada; y eso intentó. Pero
al final el sueño la venció, todo comenzaba de nuevo, ella desesperada trató de
huir pero no pudo y fue atada una vez más. Escuchó una voz que decía:
─ Esta vez no escaparas, tu cuerpo será mío.
Al sentir la navaja en su cuello como desgarraba su cuerpo
empezó a gritar, pero nadie podía ayudarla… a lo lejos vio su imagen en el
espejo, ella aun se encontraba en el suelo. Su cuerpo estaba parado frente al
espejo y era su tía a la que veía en el reflejo.
Llegó la mañana y tocaron a su puerta... era su amiga que
venía por ella. Al abrir su amiga le dijo:
─ Buenos días, disculpa que te dejara una noche más pero
estaba de viaje, vayámonos de este lugar, que no me gusta.
─ ¿Irnos?, si acabo de llegar, ésta es mi casa.
DELGADO CONZA, Giovana
Villa Cerrillos, Cerro Colorado, Arequipa
2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario