Cuando tenía siete años, vivía en una casa alquilada junto
con mis padres. A media noche se escuchaban ruidos extraños dentro de mi cuarto
yo asustado me tape la cabeza con toda la frazada. Cuando amaneció me destapé y
me di cuenta que estaba sudando; me lave la cara, me cambie y me fui a la
escuela. Al llegar al colegio le dije a mi
mejor amigo lo que me sucedía, mi amigo me escuchó. A la hora de la salida mi
amigo me acompañó a mi casa, lo invité a cenar.
El sol se había escondido y nos alistamos para dormir, yo le
estaba contando lo que me sucedía; estábamos sentados en las gradas de mi cuarto,
le contaba que cuando sonaba el reloj a las doce de la medianoche; se
escuchaban ruidos en mi cama, en mi ropero, en las cortinas… a mi amigo le
gustaba escuchar esa historia.
Al poco tiempo descubrí que en la casa alquilada había
muerto una persona mayor; mi familia y
yo alistamos las cosas y nos mudamos, nunca más oímos ruidos de fantasmas en
ninguna otra casa.
Gustavo Miguel, Huamani Achahui
Villa Cerrillos, Cerro Colorado, Arequipa
2012
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