Hace mucho tiempo, en un lugar no tan lejano entre Espinar
con Arequipa se hallaba una casa abandonada en la cual vivían una familia
ganadera.
Por la mañana salió su hija a pastear sus animales, fue con
su hermano menor. Por la tarde cuando pasteaba, vino su padre, abusó de ella
pero no se percató que su hijo menor lo estaba viendo. El padre, luego de tan
macabra escena, al instante mató a su hija, luego el propio padre se mató, para
expiar sus culpas.
Pero más tarde su hijo se puso mal, llamaron a una
ambulancia, en el camino el hijo contó todo a su madre y también a sus hermanos.
Al poco rato, aún estando en la ambulancia, vieron corriendo junto a la
ambulancia a dos vicuñas, el niño exclamó:
─ ¡Ahí está mi papá y
mi hermana! ─ luego, murió.
Su madre y demás hermanos murieron tiempo después, y los
animales que quedaron en casa se convirtieron en bosques de piedras.
En la actualidad, las personas que pasan por la zona fomentan
la creencia de que se ve a un niño llorando y a dos vicuñas consolándolo.
PACHECO
SIHVIN, Jhon
Villa Cerrillos, Cerro Colorado, Arequipa
2012
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