domingo, 16 de diciembre de 2012

UN ESPÍRITU EN EL HOTEL


Era un sábado por la noche cerca a las diez y media, Fátima se quedó sola en el hotel, todos habían ido a casa de su tío, debía quedarse porque la llave del hotel se perdió, además no había nadie para abrir la puerta.
Apenas todos salieron del hotel y pasada media hora, la televisión se prendió y empezó a verse borrosa con un punto negro en el centro, este se extendió hasta que cubrió toda la pantalla, al instante Fátima la apagó; pasados unos diez minutos se le ocurrió oír música… cuando intentó prender el estéreo no se escuchaba nada, no tenía señal alguna. Debido a esto empezó a molestarse y dijo algunas groserías pero de nada sirvió.
Decidió ir a beber agua a la cocina, luego regresó a su habitación, pero se dio con la sorpresa de que la puerta estaba cerrada ¿quién la cerró?, pensó. Comenzó a sentir miedo, se puso a llorar por la situación que pasaba, logró abrir su habitación e ingreso a su cuarto para ponerse pijama y echarse a dormir.  Era de suponerse, con lo que estaba pasando no pudo ni cerrar los ojos. A las dos horas comenzó a sentir un profundo sueño, cuando de repente sintió que alguien se acostaba a su lado, ese alguien le murmuró: “¿Por qué eres tan grosera, yo he cambiado, además todo va a estar bien?”. Al oír esto ella giró y se dio con la sorpresa que no había nadie, se levantó rápidamente y buscó por toda la casa a ver si había alguien escondido, intento prender la luz pero fue inútil, no encendía; y a lo lejos seguía oyendo esa voz que le decía: “No te vayas, yo he cambiado y todo será distinto”.
Entró en pánico y empezó a llorar nuevamente, regresó a su cuarto y la voz se repetía constantemente, al rato se quedó totalmente dormida. Después de tres horas llegó su abuelita y le pregunta el porqué había dejado la puerta abierta, ella dijo que la puerta estaba bien cerrada.
Al día siguiente, le comentó a su tía detalle a detalle lo que había sucedido, su tía no comprendía lo que había pasado, e hizo que se sintiera mal o afectada ya que eso también le pasaba a ella cuando era joven.
Fátima y su tía se dieron cuenta que las voces que escuchaban eran de los espíritus malos del hotel que penaban, porque quizá murieron asesinados; Fátima y su familia se alejaron del hotel así lograron enfrentar valientemente las experiencias sobrenaturales.

VILCA BARRAGAN, Juana
Villa Cerrillos, Cerro Colorado, Arequipa
2012

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