jueves, 20 de diciembre de 2012

MI ABUELITA Y EL CONDENADO


Cuando  tenía  8 años, me  contaron una historia que no podía creer. Se trataba de mi  abuelita, y lo que le había pasado cuando era joven. Por lo que me contaron, mi  abuelita estaba embarazada de mi mamá y por entonces mi tío era un niño pequeño. Éste  es el caso. Mi  abuelita, regresaba de una fiesta que  hubo en  el pueblo; cargada de mi  tío  y  en  el  vientre  mi  mamá. Ella regresaba  sola  y en las casas del pueblo no se  encontraba a nadie; llegó a casa, de repente escuchó un ruido constante que provenía de la casa vecina.
Ella muy asustada no sabía lo que era, pero se asustaba más y más. El sonido parecía  el grazno de un ganso que se le acercaba, ella  cogió  una  piedra larga, hizo la señal  de la cruz y se la amarró a la cintura, el grito del aparente ganso  estaba  cerca a ella. Al verlo, inmediatamente se dio cuenta  que era una especie de condenado; mi  tío  comenzó  a silbar. Al parecer, y según me lo contaron, el condenado se dio cuenta  que  habían  dos espíritus junto a ella mi  abuelita  que  la  protegían, él se alejo hacia la carretera  y  mi abuelita corrió a casa.
Al día siguiente mi  abuelita contó lo sucedido a mi abuelito, él le avisó que aquel  condenado  buscaba  el  perdón  de  la vecina de  mi  abuelita ya que estando en vida le hizo mucho daño, él  era  el  condenado que asustó a mi  abuelita aquella noche.

Ana Gabriela Quispe Huallpa
Villa Cerrillos, Cerro Colorado, Arequipa
2012

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